Mi reseña aquí:
http://erasejm.blogspot.com.es/2015/11/el-palacio-de-la-luna.html
Marco Stanley Fogg (por Marco Polo, por el Stanley que encontró a Livingstone y por el Phileas Fogg de La vuelta al mundo en ochenta días) está a las puertas de la edad adulta cuando los astronautas ponen el pie en la Luna. Hijo de padre desconocido, muerta su madre cuando él tenía once años, Marco Stanley fue educado por su tío Víctor, un excéntrico que se ganaba la vida tocando el clarinete en orquestas de mala muerte. Ahora, en el comienzo de la era lunar, muerto su tío, Marco Stanley Fogg solo tiene dinero para sobrevivir unos pocos meses más. Gradualmente, pero sin pausa, va cayendo en la indigencia, la soledad y una suerte de tranquila locura de matices dostoievskianos, donde su vida se reduce a explorar los gozosos infiernos del despojamiento absoluto. Vive ya como un animal en una cueva de Central Park, en un semidelirio provocado por el hambre, cuando la bella Kitty Wu lo rescata. Fogg se salva y decide, por primera vez en su vida, buscar un trabajo. El destino, y una compleja red de significantes en torno a la luna, lo lunar y la luz, le llevan a trabajar como lector y acompañante de Thomas Effing, un viejo pintor paralítico. Y escribiendo la biografía de Effing, que este quiere legar a Solomon Barber, el hijo al que nunca conoció, Marco Stanley Fogg descubrirá, en un viaje que le lleva desde el Palacio de la Luna, un restaurante chino de Nueva York, a los lunares paisajes del Oeste americano, los misterios de su propio origen, el nombre y la identidad de su padre.
Mi reseña aquí:
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Paul Auster y su magia especial. Paul Auster y sus personajes mágicos e imprescindibles. Paul Auster y su entrañable forma de entender las historias. En El Palacio de la Luna, Auster vuelve –si es que alguna vez los ha abandonado- por los inescrutables caminos del azar. Ese azar que lleva a cada ser al lugar cierto que le corresponde en el instante que le pertenece. Unos protagonistas increíbles, unos avatares sorprendentes y una gran metáfora sobre la soledad y el destino, hacen de la obra un lugar donde esconderse a leer con verdadera satisfacción. P.D. Las primeras páginas, el primer acercamiento con el protagonista principal son, sencillamente, geniales.
hace 14 añosCon este libro he empezado a leer a Paul Auster. He descubierto otro tipo de lectura. Me ha gustado y seguiré leyendo a este autor
hace 16 años