En los años 80 del siglo XX, un profesor universitario de Arte en la cuarentena que acaba de perder a su mujer y a sus hijos en un accidente de avión afronta su baja por depresión sumido en los libros e interesándose por el cine mudo. En medio del pozo, descubre las películas de ese género que en los años 20 hizo un actor hijo de emigrantes argentinos. Su creciente curiosidad por él, famoso en su momento y décadas después en el olvido, le hace ir visitando archivos de cine que guarden copias de sus películas (recordemos que la era digital estaba aún muy lejana) y escribir una biografía que lo rescate del olvido. Tal y como refleja en el libro, el actor Héctor Mann, desparece en 1930 sin dejar rastro. Tras la publicación de la obra, el potente gancho con el comienza “El libro de las ilusiones”: una mujer se pone en contacto con él para darle la noticia de que Héctor Mann vive. Después de una fase en la que necesita pruebas para asegurarse que nadie pretende engañarlo, el autor viaja con la mujer, amiga de la familia, al rancho en el que el actor, bajo una identidad distinta por un cambio de nombre hasta en el registro civil, aún vive. Por el camino, la misteriosa mujer le cuenta que fue de Héctor Mann a lo largo de las décadas, los motivos de su desaparición, y el argumento de las películas en las que intervino después bajo una nueva identidad durante los años 30 y 40 y que no vieron la luz. Con un final inesperado y trágico, la novela, que bajo el resumen de las películas de Mann recoge una pluralidad de historias distintas, quizá fuera concebida por Auster, a priori, como un hilo conductor que contuviera muchos relatos cortos a los que dar salida editorial. www.antoniocanogomez.wordpress.com
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