Con este libro he tenido la sensación de un placer culpable. Sabes que no va a ser una obra maestra, ves que el humor es cañí pero a veces raya lo casposo (y las referencias continuas a los 80 cansan), los pasajes de acción son exagerados e inverosímiles, la trama se ha simplificado bastante si se compara con libros anteriores, los malos son estereotipados... PERO es que se lee fácil, entretiene y al final Juan Gómez-Jurado ha conseguido crear un estilo, un universo que ya resulta familiar y del que es difícil bajarse una vez montado. Eso sí, espero que las siguientes suban un poco el nivel, que para mí se puede.
hace 6 días