Me ha parecido un libro muy profundo, que nos hace reflexionar sobre múltiples temas. Por un lado tenemos una reflexión sobre el mundo del arte, dado que su protagonista, Jed Martins, se dedica a esta actividad, pasa por fotografía, pintura e incluso montajes de video. Se cuela en este mundo casi por casualidad, un mundo caprichoso en el que es casi el azar el que decide cuales obras son interesantes y se cotizan más, los críticos exponen sus interpretaciones de modo rimbombante. También se nos habla del capitalismo, del marxismo, de un mundo industrializado contra un mundo artesano, se aplica en sentido económico y en sentido artístico,... Aparte de todo esto me pareció curioso y original el que el propio Michel se convierta en un personaje más de la novela, tratado de forma fría, objetiva, como si no tuviera nada que ver con él, y también es original, que en medio de la novela aparezca como un pequeño inciso en el que se desenvuelve una trama más propia de novela negra. El final me gustó, en cierto modo es bastante optimista en algunos aspectos. En resumen, me ha parecido una novela muy completa y he aprendido y reflexionado muchas cosas con ella.
hace 12 años