A raíz de un incidente que se produce en el hotel en el que se aloja, el protagonista-narrador se convertirá en el confidente de una dama inglesa -curiosamente el texto habla de “anciana”, pero también menciona su edad, 67 años-. La mujer recuerda un día de su vida, a los 42 años, cuando vivió 24 horas muy intensas y que turbaron durante muchos años su existencia.
En cien páginas Stefan Zweig escribe otra de sus genialidades. Sin entrar en más detalles sobre la trama, sí se puede contar que abundan las buenas descripciones y que destaca el excelente análisis psicológico de los personajes y sus sentimientos. En resumen, una novela breve, pero impecablemente bien escrita y muy intensa en cuanto a su contenido.