Creo que este es el libro que confirma que Hesse no es para mí, por mucho que me guste su estilo de escritura. Como me pasó con El lobo estepario, este libro ha sido al mismo tiempo fácil y difícil de leer. Por un lado, la pluma de Hesse es bellísima y ha habido momentos que me han fascinado. Por otro, el contenido en sí me ha parecido bastante soso, y, aún entendiendo que es un libro con muchos años, no puedo dejar de fruncir el ceño ante la mala representación de la figura femenina. Pienso que no hay mucho más destacable que la narración de Hesse en este libro, siendo honesta. El mensaje no me ha llegado y, aunque hay reflexiones que me han parecido interesante, creo que no es una obra para mí. Eso sí, es un libro que he leído muy rápido, dentro de lo espesa que puede ser algunos pensamientos y galimatías, es un libro entretenido. En fin, tanto esta obra como El lobo estepario me han dejado con la duda de si debería releer Damien. Es un libro que me había gustado bastante, pero teniendo en cuenta estas dos experiencias, creo que prefiero la nostalgia. Irbis.
hace 3 días