Un cozy poco ambicioso, que no quiere complicarse en exceso. Aprueba porque consigue mantener el mínimo interés para querer saber el desenlace pero la protagonista no cae bien, se comporta como una cotilla a la que inexplicablemente todo el mundo le cuenta todo. Apenas tiene que insistir y la excusa para hacerlo no es demasiado buena tampoco. Se rodea de buenos secundarios, que no sorprenden mucho en sus actitudes. Me han gustado las recetas que se incluyen, queda saber si están tan ricas como presume la protagonista y afirman los personajes.

Lo que más me gustan de estas novelas es el tono naive y la ambientación como se narran y se describen estos "Cozy Mistery". Intriga hasta el final donde en la investigación siempre vas al lado de Hannah, la accidental repostera, y vas resolviendo enigmas pasito a pasito, entre efluvios de cacao y aromatizante de vainilla.

No está mal, es entretenido aunque peca un poco de "marear" la trama. Las recetas de repostería son un detalle.