Tremenda reflexión vivencial sobre una etapa tan importante como es la senectud, vista desde el cuidado de los hijos, así como también un poco desde la óptica de la persona que se hace mayor y progresivamente dependiente. Las distintas formas de afrontar este momento en la familia, las tensiones que crea, el sentimiento de culpa, las similitudes y diferencias con la crianza de un bebé, y la consciencia de que el último capítulo de esta historia no puede ser otro que la muerte, que así será para todos, y que los siguientes seremos nosotros. El lector maduro se identifica escalofriantemente con estas situaciones, incluso aunque no las haya vivido aún. Porque, como suele pasar con las novelas de Pedro Simón, se trata de vivencias familiares universales en nuestra cultura.
hace 1 semana