Transcurridos tres cuartos de siglo desde que John Steinbeck escribiese esta magnífica obra, queda constancia de la vigencia de los métodos empleados por las élites financieras que sostienen un sistema a todas luces injusto con los menos desfavorecidos. Han sofisticados los técnicas, las maneras de embaucar a las población, pero la filosofía que los impulsa es la misma, acaparar beneficios a consta de esa gran mayoría silenciosa y resignada. Las Uvas de la Ira es una novela que viene a denunciar esas triquiñuelas, esas argucias carentes de los más mínimos escrúpulos completamente extrapolables a los tiempos actuales. Excelentemente narrada, sostiene el vilo de las penurias de una familia estructurada en torno a las miserias de unos campesinos empujados a una obligada emigración, a la persecución de los sueños que les aguarda más allá de las tierras en las que nacieron. No puedo uno dejar de leerla. Creo que es un tema de plena actualidad, con sus matices y variaciones, pero que no quedan tan distantes ni nos pueden ser tan ajenos para considerarnos inmunes a las situaciones descritas.
hace 10 años