En la Holanda del siglo XVII, una adolescente se pone a servir, por necesidad, en casa del pintor Vermeer. A poco tiempo, el artista le pide que se detenga mientras limpia, al encontrar en ella la inspiración. Como fondo, la peste bubónica y el rechazo que sufre la joven de parte de otras personas al servicio del artista. Con el paso de los años, la inspiración que le genera se va agudizando y acaba siendo ella la figura retratada en el famoso cuadro del pintor. Sin ritmo narrativo alguno ni estilo de escritura que genere en el lector el aliciente de seguir leyendo, la obra se salva por no ser demasiado extensa y por la curiosidad que despierta en el lector el saber qué va a pasar. También, por la manera con la que refleja de forma cinematográfica un cierto suspende de fondo y la realidad de los Países Bajos en la época en que se ambienta. Quizá por eso estemos ante uno de los casos en que la película basada en el libro mejora ampliamente la calidad de la novela. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 1 año