En la línea de la serie. En esta ocasión Bernie va a Yugoslavia, donde se nos muestra con crudeza las relaciones entre las distintas etnias y el germen de la guerra de los Balcanes. El ácido sentido del humor de Bernie hace que se suavice un poco el sentimiento agridulce que queda al leer estas novelas. Excepcional la mezcla de hechos históricos con la ficción. Una saga que no decepciona.
hace 8 años