Las voces generosas dirán que es literatura. Los devotos de las novelas de espías habrán pasado un buen rato, igual que si echan una partida al Cundy Crash probablemente. Pero como obra literaria, es un fail total. El tal Gunther, ese vaquero de la guerra fría, que habla y actúa como camina John Wayne, resulta menos creíble que el loro Paco. Las escenas de ligoteo provocan sarpullido de malas que son. La prosa repetida en cada personaje cansa hasta el aborrecimiento. El papel que se le asigna a Sommerset Maugham me ha parecido indignante cuando no irreverente. Y la trama, ¿para qué hablar de la trama? Una sucesión de retales unidos con la única pretensión de llenar páginas. ¿Qué más da todo si después se vende?
hace 6 años