Creo que la palabra que mejor define esta obra es “inquietante”. No únicamente porque narra un suceso de especial crueldad, sino porque se trata de una obra basada en hechos reales. En “Harriet”, Elizabeth Jenkins reconstruye el “misterio de Penge”, que causó gran impacto en la sociedad victoriana de 1877. Su protagonista, Harriet, es una mujer adinerada y que viste con buen gusto. Sin embargo, todo su entorno la considera “tontita” (probablemente sufrió algún tipo de trastorno del aprendizaje). Su madre no contempla la posibilidad de que Harriet se case hasta que aparece Lewis Oman, un hombre que corteja a Harriet atraído por su dinero, y que no duda en casarse con ella para darle un vuelco a su situación económica y social. Es entonces cuando empieza el tormento de Harriet. Lo realmente escalofriante de “Harriet” es el modo en que refleja una crueldad que podríamos definir como cotidiana. El dolor infligido a una persona, de manera progresiva en el contexto de la vida familiar, resulta demoledor. Asimismo, la prosa de Jenkins – de una calidad excelente, por otro lado – y el tono narrativo de la obra reflejan este deterioro en la vida de la protagonista. Me ha sorprendido lo relativamente desconocida que es esta obra, teniendo en cuenta su valía. Cuando se habla de crímenes reconstruidos y plasmados en una novela es inevitable sacar a colación a Truman Capote y su “A sangre fría”. Sin embargo, la obra de Jenkins – que es muy anterior a la de Capote y resulta igualmente brillante – no parece haber alcanzado la misma fama. Una pena, pues Jenkins bien lo merece. Lo mejor de “Harriet” es que me ha permitido descubrir a su autora, que fue una de las fundadoras de la Jane Austen Society y escribió una biografía de Austen .¡Qué referencias! Me da que “Harriet” no va a ser la única obra de Jenkins que lea.
hace 8 años