Esta novela tiene un principio duro, agresivo, tanto que me estaba dando intenciones de dejarlo. No entendía tanta crueldad por parte de un hijo contra una madre, era como una gran ola de odio que rompe en la playa. Pero poco a poco esa ola se va retirando y ves las caracolas, con las que después juegan madre e hijo. Queda una playa con olas violentas a veces, y otras olas serenas y espumosas, y comprendes que le suceden a la madre de ojos verdes y al hijo de ojos azules. Unas relaciones familiares difíciles, y unos estados psicológicos difíciles, que a medio libro ya te tienen conquistado el corazón. Es duro el libro, pero se va ablandando hasta que babeas como un caracol al que se le da de comer… y sobre todo, esta genialmente escrito.
hace 3 días