Dicen que las grandes personas están hechas de acero “inolvidable”. Charlotte, la protagonista de “El último verano”, es una de esas personas. La novela comienza en Prusia Oriental en 1939. En la mansión Von Datski se celebra la mayoría de edad de Charlotte y su compromiso con un noble de la zona. Transcurridos muchos años, Charlotte decide volver a la tierra que la vio nacer. Durante el largo viaje desde Estados Unidos relee el diario que comenzó a escribir tras aquella fiesta y se enfrenta a los demonios que le han perseguido durante más de cincuenta años. El viaje a la antigua ciudad de Könisberg sirve a la autora para mostrarnos otra perspectiva de la Segunda Guerra Mundial: la de una familia alemana. Descubrimos su miedo, su dolor, la hambruna a la que se enfrentaron y las consecuencias de las traiciones a Hitler. El fin de la guerra no trajo la paz a Prusia sino más dolor con la entrada del Ejército Rojo y sus violaciones en masa a ancianas, mujeres embarazadas y niñas. Hombres y niños fueron masacrados sin contemplación alguna, y ese sólo fue el principio de las consecuencias de una guerra que costó millones de vidas en uno y otro bando. “El último verano” también es una historia de amor. La de dos almas gemelas que ponen en riesgo sus vidas, pese a saber que es un romance con las horas contadas. Sin embargo, se empeñaron en soñar lo contrario y eso les dará fuerzas para sobrevivir a las terribles consecuencias del final de la guerra. Esta gran obra está narrada de una forma muy especial: combinando las entradas del diario de Charlotte con lo que va viviendo en su viaje junto a su nieta Laura. De esta manera la autora consigue que entendamos perfectamente la compleja personalidad de Charlotte y también que veamos cómo ha cambiado Europa desde 1945. La autora se ha basado en los diarios de su madre y abuela, que vivieron en primera persona ese periodo, y ha creado un personaje inolvidable: una mujer que sobrevivió a la guerra, al dolor más inhumano al que una persona se puede enfrentar y consiguió salir adelante pagando un precio muy alto por el mero hecho de sobrevivir. Un libro que os recomiendo leer por la maestría con la que está narrado, por su contenido histórico y porque demuestra que el amor es lo único que nos aferra a la vida. Un libro que terminé con los ojos anegados de lágrimas, pero del que guardaré siempre un gran recuerdo. Hay historias y protagonistas que te marcan de por vida y la vida de Charlotte ha sido una de ellas.
hace 7 años