Salvador de Madariaga nos entrega una historia donde sus ingredientes son dos panoramas diferentes: El Mundo Viejo y el Mundo Nuevo que en ese entonces lo conocían como las Indias. Nos pone los puntos de vista de dos protagonistas, uno de cada continente con tal de que podamos como lectores apreciar los sucesos de los lugares donde viven. El primer personaje es una mujer de origen noble llamada Xuchitl, que tiene acceso a educación y posee un instinto de curiosidad que la lleva a descubrir muchas cosas aún sabiendo que varias no debería saberlas por la insuficiente madurez que tenía a la que ciertamente se le desarrolló a lo largo de la trama un cierto rechazo a los sacrificios humanos. Por otra parte, Alonso Manrique, un hijo de dos españoles al que indudablemente le criaron de una manera con sentido católico donde sintiera un fervor amoroso a la cruz. Los sucesos que narra el autor se van conectando de una manera tranquila y tremendamente descriptiva en todos los aspectos. Hay ocasiones donde el escritor se enfoca demasiado en puntualizar cómo es un determinado lugar, vestimenta, etc. que puede generar un cierto letargo en la historia, pero la buena noticia es que dura muy poco esa sensación ya que ágilmente impulsa la historia hacia algo novedoso y aventurero donde implica a la mitología de nuestras culturas de México y su muy dada superstición por la creencia politeísta. A sabiendas de lo extensa de la historia se lee fácil por el dominio que tiene Madariaga con el género histórico. Lo interesante también es que pone infinidad de personajes y de elementos de esa época que nos permite familiarizarnos con algo que ya sabemos en cuanto a los inicios de la Conquista Española. Por ejemplo, las narraciones implícitas del cronista don Bernal Díaz del Castillo, las estrategias militares de las culturas que tenían tanto enemistad como alianzas con los españoles. Las inevitables apariciones de personajes como Hernán Cortés, la intérprete Malinche, el descubridor Cristóbal Colón, Cuauhtémoc, Nezahualpilli, Cuitláhuac, etc. Junto con "Azteca" de Gary Jennings se convierten en una mancuerna que funciona perfectamente bien como si estuviera constantemente engrasada. Vale mucho la pena el tiempo que uno le invierte para leer esta maravillosa novela histórica donde inevitablemente se aprende sobre los aztecas y los españoles con su famosa institución sangrienta, la Inquisición Española.
hace 6 años