Es una entretenida novela histórica y el autor realiza en ella un magnífico retrato psicológico de Aníbal. Le pongo dos pegas: la primera es que las batallas son un poco pesadas de leer, aunque hay que decir que va alternando los capítulos y no se hacen demasiado extensas, y la segunda y la que me cuesta perdonar es que hay datos históricos inexactos que uno puede comprobar consultando cualquier libro de historia sobre aquella época. Así que no la recomiendo mucho para aquellos que quieran aprender historia, pues no está claro lo que sucedió realmente y lo que no. En su lugar, cogería la trilogía de Escipión de Santiago Posteguillo, que también habla sobre Aníbal y es mucho más rigurosa con los personajes históricos. La isla literaria.
hace 10 años