El taxi es una ficción casi periodística, ya que Khaled Al Khamissi presenta cincuenta y ocho encuentros con taxistas de El Cairo. Hay una historia diferente para cada viaje, ya que se plantean diferentes problemas y cuestiones (o similares desde diferentes perspectivas). No es tan fácil reunir tal colección como puede parecer, ya que Khamissi se esfuerza por evitar la repetición y la monotonía que podría surgir de ella. Esto, por supuesto, también crea cierta artificialidad, pero en su sucinta presentación - cada encuentro está cubierto en sólo dos páginas más o menos - y las creativas tomas Khamissi mantienen la atención del lector comprometida y en movimiento. Varios taxistas mencionan la mitad de los años 90 como un punto de inflexión, cuando el gobierno cambió las leyes y básicamente permitió que cualquier coche fuera utilizado como taxi, lo que llevó a lo que los taxistas se quejan es un exceso de oferta - más de 80.000 en El Cairo es el número que se menciona repetidamente.

Un escritor egipcio, que viví en un país de mayoría musulmana y, que arranca su libro, con una pasaje de Maktub, Paulo Coelho, que habla sobre el Niño Jesús y Nuestra Señora. Me hizo, pensar: ¿O es un loco, o un bromista? La verdad es que, Khaled Al Khamissi, fue valiente al resolver, recopilar los relatos de los taxistas de su país, dándoles voz, compartiendo con nosotros, sus historias y el cotidiano de vida, de esa clase laboral, de su país, hay que tener en cuenta, las diferencias culturales, étnicas y religiosas de Egipto, así como la censura que recae sobre el escritor, que lo impedirá de decir, lo que realmente le gustaría decir, obligándolo a adaptar las historias de los taxistas al contexto, que no lo enviará a la cárcel.

Me gustó porque con una especie de humor sarcástico el autor nos cuenta la vida contemporánea de El Cairo y muchas veces vi reflejadas otras sociedades como la mía, salvando las diferencias culturales.

Sin pretenciones, esta escrito en un lenguaje llano. Lo comencé creyendo que se trataba de una novela, no soy amante de los relatos cortos y estos son muy breves, pequeñas crónicas cotidianas, sin nudos, desarrollo, ni recursos literarios. De todas maneras me resultó entretenido y útil para conocer la realidad diaria de otras culturas.

Consta de 58 textos breves, de 2-3 páginas la mayoría, en que el autor narra las historias y conversaciones vividas con distintos taxistas de El Cairo entre abril de 2005 y marzo de 2006. Parece que el libro ha tenido mucho éxito y en mi opinión es entretenido, aunque te deja una sensación de que son muchas historias y algunas demasiado cortas. Transmite una imagen de la ciudad caótica, atascos, corrupción, pobreza… Da una visión de la sociedad egipcia desde un punto de vista muy interesante (el de los taxistas), el único “pero” que le pongo, personalmente, es que al no conocer al detalle la situación del país en los últimos años se me escapaba alguna parte del texto cuando mencionan gobernantes, conflictos internos o con otros países, que yo desconozco o sólo conozco de manera genérica. No obstante no me arrepiento de haberlo leído, al contrario, creo que es una lectura interesante para ir “picoteando” de vez en cuando.

No es un anecdotario de taxistas de El Cairo sino la recopilación de los diversos prismas con los que aquellos afrontan las asuntos varios que afectan a la sociedad egipcia en particular y a la humanidad en general. Unos hablan de política, religión, filosofía, de lo humano y de lo divino, del feminismo y del machismo, del amor y del odio. Un libro entretenido que invita a la reflexión y nos acerca a una cultura diferente.

Me ha encantado,una vision difrerente del Cairo