Muy bien escrita. Critica al mercado laboral y al capitalismo, con una buena trama y pinceladas de humor negro. A partir de la mitad empieza a parecer una película de acción. "Me dejo tomar el pelo. Caigo en la trampa una y otra vez. ¿Un anuncio? Respondo. ¿Exámenes? Hago los exámenes ¿Entrevistas? Me presento ¿Hay que esperar? Espero ¿Hay que volver? Vuelvo Me adapto. Con tipos como yo, el sistema puede durar eternamente"

La idea central es buena y el principio me encantó pero para mi se ha ido desinflando conforme avanzaba y al llegar al final se me desinflo del todo.

Libro muy original y rápido, por lo que engancha. No me gusta el desenlace, no es que sea malo, está bien cerrado, pero no me gusta. Por lo demás lo recomiendo.

Empieza bien, va aflojando y abandono.

Muy bien escrito, pero la historia no me sedujo del todo.

Retrato muy real de la desesperación de un ex directivo de 57 años que lleva 4 en el paro. Palpas y vives con él la agonía de vivir esa situación: Pierre Lemaitre lo transmite muy bien. Es una crítica al actual mundo laboral y los intereses deshumanizados de las empresas. Me gusta su estilo de escritura. Aunque cierto es que el libro empieza con mucha fuerza y decae conforme avanza. Entretenido.

Me pareció entretenido y original gran parte del libro ...pero al final me costó terminarlo. Me esperaba mucho más.

Reconozco que el libro está bien escrito, y posee ciertos valores. Pero está montado -muy bien, repito- a partir de un sin número de tópicos y lugares comunes que hacen que todo el primer capítulo resulte poco creíble. Es tan así, que cuando se arriba a la segunda parte, te das cuenta que elegir la primera persona para dar comienzo a la novela, es un error. Porque el narrador mantiene una voz que para nada refleja el desespero por el que está pasando. Eso sumado, como ya dije a los tópicos, la secretaria de Europa del Este, el sicario de apellido latino, el fracasado, se llama Charles, el súperjefe, Dorfman y así empiezan los lugares comunes que le dan ese aire de modernidad pero como si la modernidad estuviera fabricada en una de las factorías chinas donde también se produce la ropa y los juguetes que consumimos desesperadamente. La novela me pareció, uno de esos cuadros que se venden en las tiendas de chinos que parecen muy bien hecho, y que precisamente por ello, no parecen humanos. Los escritores, por lo general, intenta imitar la vida. Esta novela me pareció que intentaba imitar o una película o una serie mediocre de la tele. Y esto es porque, a mi entender, para reflejar el drama humano del protagonista, el escritor emplea el lenguaje de la novela policiaca que tan bien se le da. Y al no haber ese móvil factual del crimen, la vida de los personajes es tratada en volandas, sin darles tiempo a respirar, solo mirando hacia afuera. A pesar del desespero, Alain Delambre, el protagonista, tiene tiempo para pensar con mucha ironía y con total inteligencia. Qué quiero decir, que sigue pensando con claridad, una total claridad que no es propia de quien está o considera que está, al borde del abismo. Sin embargo, el personaje de Charles, el último de los fracasados, me pareció de lo más creíble a pesar de su tonta inmolación al final para salvar a alguien que apenas conoce. De todas maneras, lo dicho, a pesar de que no me creí la trama -me pareció tan ficticia como intentar ganar con Rambo la guerra de Viet-Nam- la novela está bien escrita, y para quien no ha mamado mucho de Michel Houellebecq, Don de Lillo, Frédéric Beigbeder, se pasaría un buen rato intercalando algún que otro bostezo.

Esperaba más, empieza bien y promete pero no me gusto el desenlace.

La he leído porque me gusta mucho este autor. No es que no me haya gustado la novela, creo que me esperaba más impacto por el simple hecho de ser de Lemaitre. Aún así he disfrutado su lectura porque pone a los personajes en situaciones límite que te hacen reflexionar sobre la importancia de la familia, el mundo laboral y lo insignificantes que somos en una sociedad de consumo como la que vivimos.Me ha gustado mucho la manera de describir las situaciones más desesperantes con un toque de humor ácido que sólo Lemaitre sabe combinar.

Leí este libro porque es de Lemaitre, y a Lemaitre HAY que leerlo, soy un gran fan de este autor, cuyas novelas negras me parecen de lo mejor que hay en el género. En esta novela, Lemaitre toca muchos límites, pulsa muchas teclas respecto de la justicia y el orden social y hace una crítica feroz al capitalismo que usa y desecha a los humanos como mercancía, hay momentos forzados en la trama, pero creo que el autor logra el objetivo de no dejarte indiferente, plantea interrogantes sobre los objetivos que nos trazamos en la vida, el amor por la familia, y la posibilidad de perder la cabeza para recuperar algo tan abstracto como humano como es la dignidad. La ficción es ficción y por eso, esta obra tiene algunos elementos un poco extraños, traídos de los cabellos si se quiere, pero no deja de ser verosímil, algunas reacciones ocurrirían en más o menos tiempo de lo que el autor propone, pero retrata las conductas y motivaciones a través de personajes muy bien definidos. Una lectura agradable con un mensaje poderoso: ¿hasta donde eres capaz de llegar si estás realmente desesperado?

Disfruté mucho este libro. La trama es muy buena y te mantiene en suspenso, la mayoría de las cosas que ocurren me parecían inesperadas. Es el primer libro de este autor que leo y no tardaré en comprar otra de sus obras.

No es el que más me ha gustado. La trama es buena pero no consigue enganchar todo el tiempo. Es todo un poco forzado pero dicho esto, libro entretenido que no se puede dejar de recomendar.

Una historia original con momentos emocionantes que te obligan a pasar las páginas casi sin respirar. Con personajes tan bien perfilados que aunque no compartas sus ideas no puedes dejar de comprenderlos.

La realidad de muchas personas en la actualidad, llevada al máximo extremo. Interesante lectura.

Me ha encantado. No conocía a este autor y estoy segura de que leeré más libros suyos. La novela es ágil y de fácil lectura. La idea en mi opinión es original y bien desarrollada. Me enganchó y me gustaron mucho los giros en la historia. Lo recomiendo totalmente.

Novela trepidante, muy de nuestro tiempo y con un guión casi de película. Me aburrió un pelín al final, pero reconozco que engancha la prosa directa y de frases cortas, directa, de Lemaitre.

Es como una montaña rusa, tiene partes muy buenas y otras (las que más) bastante aburridas. Una trama cogida con pinzas. Para mi la novela mas floja de Lemaitre.

Lemaitre, haciendo uso de una narrativa con ritmo trepidante, involucra al lector en una disparatada historia con multitud de referencias a la realidad político-económica contemporánea. Trata de sorprender estructurando su novela a favor de los acontecimientos, con algún que otro golpe de efecto bien conseguido. Sin embargo, la construcción de personajes y su evolución (en algunos un tanto previsible, en otros un tanto incongruente) lastra el relato hacia un abismo literario falto de matices que le doten de profundidad. Se lee rápido y fácil pero deja un regusto amargo, sobretodo al comprobar a medida que se avanza en su lectura, que la trama principal parece sostenida, en un contexto un tanto oxidado, con alfileres.

En “Recursos inhumanos” me he reencontrado con el Pierre Lemaitre sorprendente, agudo, brillante, crítico…que estaba echando de menos en sus últimos libros. Se trata de una novela original y yo diría, casi inclasificable, que se desenvuelve entre la crítica social, el thriller y la novela psicológica, con un protagonista excesivo y lleno de matices, a quien vemos con impotencia, cómo la desesperación por la crisis y el desempleo va precipitando hacia el más absoluto desastre, sin que le importe arrastrar consigo a todo el que encuentra a su paso, incluida su propia familia. Narrada en primera persona, la novela tiene un comienzo incisivo, que engancha inmediatamente, en el que no falta la crítica y el humor sarcástico, para después explosionar en una historia un tanto rocambolesca, con un ritmo trepidante y a veces angustioso, tal y como Lemaitre nos tiene acostumbrados, con giros absolutamente sorprendentes y desconcertantes, que la convierten en una novela impredecible y muy entretenida. Me ha gustado mucho.