Vargas Llosa es un maestro de la técnica narrativa. Este libro es un claro ejemplo de ello. Informes militares, cartas, recortes de prensa, guiones radiofónicos, diálogos yuxtapuestos... Todo sirve para desarrollar esta farsa hilarante que pone en relieve la hipocresía de la moral castrense y religiosa.
hace 3 semanas