LA VIDA QUE NOS LLEVA

LA VIDA QUE NOS LLEVA STRAYED, CHERYL

Resumen

Teresa se casó en Minnesota de adolescente, al quedarse embarazada, pero pronto huyó de ese matrimonio. Ahora tiene una nueva vida con sus hijos, Claire -una estudiante brillante, responsable y madura- y Joshua -un inquieto chico de diecisiete años-, y vive feliz con el padrastro de estos, Bruce. Su amor les une, son una gran familia, y hacen juntos todo lo posible para llegar a final de mes de una manera digna. Pero el destino les brinda una nueva adversidad: a Teresa, con solo treinta y ocho años, se le diagnostica un cáncer terminal, y se le notifica que le quedan pocas semanas de vida. A partir de aquí, el futuro de todos ellos empieza a desmoronarse y comienzan a distanciarse, mientras la imagen del rostro moribundo de Teresa impregna su día a día y les recuerda cómo la vida puede cambiar en cuestión de segundos.

1 Críticas de los lectores

Cheryl Strayed, escritora y bloguera estadounidense, se dio a conocer en el mundo literario gracias a su novela autobiográfica Salvaje en donde relata su solitaria experiencia, en una larga caminata de más de mil kilómetros a través del Sendero del Macizo del Pacífico, como una manera de curarse a sí misma, a raíz de su divorcio, la muerte de su madre, y los años de conducta imprudente destructiva. De esta novela incluso se llegó a realizar una adaptación cinematográfica, sin embargo Salvaje no fue su primera publicación.
La vida que nos lleva fue lanzada en 2005 y en ella, con gran maestría, la autora, quizás a modo biográfico, nos relata diferentes formas de sobrellevar el duelo dentro de una compleja estructura familiar.
La pluma de Cheryl es delicada, sensible y muy descriptiva. Se recrea en detallar cada escena con minuciosidad, aunque esta característica es un factor que resulta atrayente debido a que introduce al lector por completo en la historia, he de reconocer que a veces llega a interrumpir la lectura de lo realmente importante, aun así, una vez te acostumbras a la narración resulta una parte más de la misma.
La novela se encuentra dividida en cinco partes. En cada una de ellas se van diferenciando las etapas por las que suele transitar una persona desde que descubre que un ser querido está cerca de la muerta hasta que se cumple un año desde su fallecimiento. De esta manera, Cheryl acompaña a sus protagonistas por este arduo camino reflejando, de un modo catártico, sus experiencias y respuestas ante el dolor, la pérdida y el sentirse indefenso ante tal experiencia vital. Aún con todo, la autora no solo se queda ahí, sino que ahonda también en la psique de aquella persona a la que diagnostican una enfermedad mortal y su perspectiva a la hora de afrontar los diferentes estadios que la componen hasta llegar a su final.
Soberbiamente, Cheryl se adentra en la psicología de cada uno de los personajes para exponer de forma exhaustiva sus más recónditos miedos, deseos, emociones e inquietudes que les recorren durante el duelo. Así mismo, retrata los cambios personales existentes y sus evoluciones personales en el periodo de un año. Es extraordinaria la forma en que los personajes cambian de un modo coherente y totalmente fehaciente de opinión, de actitud y de estilo de vida, llegando a límites insospechados, aferrándose a cualquier opción que les permita continuar y realizando o, incluso, pensando en actuaciones que jamás hubieran imaginado.
No solo los protagonistas tienen vidas difíciles, también los secundarios que irán apareciendo en menor o mayor medida a lo largo de la trama cumplen con un papel fundamental. Todos y cada uno de ellos son desarmados y expuestos en su totalidad para que el lector los comprenda y conecte con sus historias.
Se trata de un viaje a través del alma humana que no solo se presta a focalizar la atención en la pérdida, sino también invita a reflexionar y vislumbrar aspectos vinculados a las relaciones familiares, los cambios vitales, la aceptación ante lo inesperado, el legado del linaje, el amor, la superación personal, la paternidad y la búsqueda de uno mismo, entre otros.
A pesar del drama que impregna cada una de las páginas, los personajes lanzan un mensaje esperanzador que deja un buen sabor de boca, pues junto a ellos, el lector se lanza a un viaje emocional del que es difícil salir indemne.
La vida que nos lleva es una novela profunda, descorazonadora, honesta y descarnada que ahonda en los entresijos de la vida y los diferentes caminos a los que podemos ser arrastrados ante las circunstancias adversas.
Personalmente la he disfrutado enormemente. En ocasiones he tenido que parar y respirar para continuar leyéndola pues se trata de un libro que llega al alma y con la cual es imposible no verse representado con alguno de sus protagonistas. La recomiendo abiertamente. (Marisa Costa, 30 de enero 2023)

hace 1 año