Novela meramente de consumo, entretenida, que refleja de forma pormenorizada el terrible conflicto de la guerra de Siria. Se ve que el autor -corresponsal de TVE en Oriente Próximo- conoce el tema de primerísima mano. Muy fresca, muy dura. De estilo francamente ágil, frenético y dinámico. Muy a lo Frederick Forsyth o a lo Tom Clancy. Escritores, que en la década de los 80 y los 90, brillaron con sus bestsellers bélicos de intriga, espionaje o política ficción. Lo dicho: pasajera y efectista.

Excelente. Encierra una reflexión muy profunda sobre la verdad y la forma en la que los seres humanos nos enfrentamos a la guerra. No es un libro de buenos y malos. Los personajes y las situaciones tienen muchos matices. El autor, que es corresponsal de guerra, consigue transmitir que son personas reales sometidas a algo tan descomunal y horrible como es la guerra. Además es muy dinámico y ágil. En los últimos capítulos no pude parar de leer porque el cruce de historias es cautivador. Lo malo que tiene es que a veces es demasiado directo y rápido. Quizás debería parar un poco el ritmo de la narración para dar tiempo al lector a que repose. Por lo demás, es el libro que más me ha gustado de mis últimas lecturas -Patria, Circo Máximo y La niña a las puertas del infierno - y eso que todas me han gustado todas bastante.