Si hay algo que Kate Morton sabe hacer es terminar una historia. Sus libros se gestan como si de un pastel se tratara. Poco a poco le va añadiendo ingredientes que en apariencia pueden ser insulsos pero que finalmente son claves para la culminación de la obra. Este libro no iba a ser menos. Entretenido y fácil de leer. Esta vez un solo narrador, la joven Grace contando su vida como criada y doncella en una de las familias más importantes de principios del siglo XX dentro de la alta sociedad londinense. Si bien el libro carece de acción y cierto encanto a lo largo de la trama, todo ello se soluciona en el final. Entretenido, aunque no de sus mejores libros.
hace 8 años