Aunque sé que este libro no pasará a la historia como uno de los "grandes" de la literatura, yo lo recordaré siempre con mucho cariño porque me acompañó durante los dos días de espera en el hospital , en el que estuvo ingresada una familiar muy querida para mí y que tristemente acabó falleciendo. Necesitaba una lectura ágil, fácil y a ser posible con final feliz, que me ayudara a desconectar y a llevar mejor el pasar de las horas allí. Y aunque no es del estilo que yo suelo leer, esta historia lo consiguió de sobra. Es un libro muy muy divertido y sobre todo muy positivo en el que Bea, una arquitecta de 31 años, se queda sin pareja y sin trabajo casi en el mismo día y se ve obligada a volver a casa de sus padres al pueblo y empezar de cero. Esta novela hace cierto el dicho de que a veces lloramos sin saber que la vida nos está haciendo un favor.
hace 6 años