Desde su bondad en la palabra, el maestro ibérico nos narra una historia –en apariencia cándida- sobre el bueno de Salomón –o Solimán- un elefante que realizará un viaje – iniciático en la vida para el lector – desde el Reino de Portugal hasta la imperial Viena del siglo XVI, un viaje al que acompañarán al mayestático mamífero unos, no menos mayestáticos –en su construcción- personajes en su concepción de la vida y la asunción de aquello que les a tocado vivir. Es la obra un análisis -mucho más complejo de lo que aparenta- de las relaciones humanas. Un egregio compendio de las leyes a las que nos sometemos los seres humanos –frente a los demás y frente a nosotros mismos-, donde la ironía, la inteligencia y el sutil sentido del humor del autor portugués van a tener todo el pábulo que les es necesario. Es en suma, el viaje de Salomón, una pequeña historia de grandes lecturas.
hace 12 años