Me ha gustado mucho aunque el inicio es complicado con ritmo lento y lectura que necesita "masticarse". No obstante, cuando se le coge el punto atrapa y gusta. Le sobra un punto de pedantería de lenguaje, poara mí, que no seré suficientemente culto para estas obras...

A pesar de ser una obra de gran calidad y prueba de ello ganador del premio Planeta 2012, a mi parecer no es una obra muy recomendable para todos los públicos, (ósea como yo, vaya), demasiado filosófica, ética, citas nombradas por los personajes de memoria casi de forma caótica y desbordante. Álvaro Pombo nos muestra la decadencia, cobardía, miedos y la culpa de Román un gran profesor universitario en toda su carrera, jubilado y venido a menos emocional y sentimentalmente, que traerá de cabeza a Elena y Eugenio antiguos alumnos suyos y al joven Héctor, periodista que intenta indagar y profundizar en la vida de Román para escribir sus memorias y trayectoria; y al resto de personajes que forman la obra. Personalmente no me ha calado lo suficiente, no se sí clasificarla como una obra pesada, muy recargada en emociones y personajes, tediosa o simplemente lenta. Dentro de 20 años igual la entenderé mejor. De momento.

Siento tener que decir que me ha resultado una novela aburrida, donde prácticamente no ocurre nada. Y aunque ocurra, da igual. Los personajes permanecen pasivos, como si nada fuera con ellos. Es una novela introspectiva, de carácter existencial, donde las citas a los filósofos y el recurso de los "auctoritas" en general representan un importante porcentage del volumen de la obra. La mayoría de ellas en inglés o en latín y sin traducción. Tanta erudición roza la pedantería. También el personaje protagonista resulta pedante y dasagradable. Quizás anodino. Lenguaje recargado, excesivamente culto... A pesar de todo, algunos capítulos me han resultado interesantes. Si eres un experto en filosofía o te interesa mucho, te gustará. En caso contrario yo no me arriesgaría.

Es una na novela, como dice la solapa del libro, sobre el engaño, la manipulación y la insensibilidad frente a la fragilidad y el dolor ajenos. No nos engañan, y eso es de agradecer. La sinopsis dice que "Román es un profesor universitario jubilado al que invade la nostalgia de los días luminosos de la pedagogía en que fascinaba a sus alumnos despertándoles el amor por el saber y ayudándoles a alcanzar una vida más noble y más alta. Entre sus antiguos alumnos están Elena y Eugenio, una pareja de médicos a los que todavía trata y con los que ha establecido complejas relaciones en lo intelectual y en lo sentimental. Por otra parte, halagado por el interés hacia su persona que demuestra un joven periodista, Héctor, permite que éste entre en su vida sin sospechar que el pasado torturado del nuevo personaje le atrapará en una situación en la que es incapaz de tomar decisiones, de comprometerse con el drama que le asiste" . Cada uno de los argumentos de venta están justificados, y es un alarde de sentimientos los que envuelven al lector una vez traspasado el ecuador de la novela. Una novela quizá que no gustará a todo el mundo, pero que a quien le guste la filosofía y los sentimientos agarrados, le encantará,.