EL LIBRO DE LAS ILUSIONES

EL LIBRO DE LAS ILUSIONES AUSTER, PAUL

Resumen

Tras perder a su mujer y sus hijos en un accidente de avión, David Zimmer, escritor y profesor en Vermont, se vuelca durante meses en escribir un libro sobre la única persona que consiguió devolverle la sonrisa, el actor de cine mudo Hector Mann, desaparecido décadas atrás. Una vez publicado el libro, Zimmer recibe la carta inesperada de una mujer que asegura ser la esposa del actor y que le comunica no sólo que Mann sigue vivo, sino que le gustaría encontrarse con él en un rancho de Nuevo México donde, alejado de todo, se ha dedicado a filmar una serie de películas que nadie ha visto y que serán destruidas tras su muerte.

30 Críticas de los lectores

7

No me canso de decir que Paul Auster escribe increíblemente bien. Vuelve a presentar una obra en la que muestra su maestría para la descripción clara y precisa y para jugar con los tiempos en forma magistral, donde la lectura fluye con rapidez. Cuenta una historia con mucha imaginación y con varios personajes interesantes, pero al final del libro me vuelve a quedar esa impresión de haber leído una historia estupendamente contada, pero que no deja de ser una novelita con poca sustancia.

hace 7 meses
8

Después de más de diez años sin leer nada de este autor, el reencuentro ha sido francamente positivo. David Zimmer es un profesor de literatura que, tras la pérdida traumática de su familia, ha caído en un pozo sin fondo del que sólo logrará ir saliendo lentamente, a partir del día en que descubre a un actor de cine mudo que le hace reír; entonces decide volcarse en el estudio de su obra y escribir un libro sobre él. Se entrelazan soberbiamente varias historias más, entre ellas la peculiar vida de Hector Mann, un personaje tan verosímil que hace dudar al lector de su existencia en la vida real. Me ha gustado mucho la pasión por el cine que destila el texto, incluso algunas películas que describe cobran vida como historia aparte dentro del relato. Con una narrativa aparentemente sencilla, pero que en el fondo está muy elaborada, nos encontramos con el típico estilo Auster, con muchas de sus ideas y obsesiones habituales. Una lectura muy recomendable para los amantes de este escritor.

hace 9 meses
8

Muy bueno

hace 5 años
5

Me empezó gustando, te engancha fácil. Pero tiene un final muy rebuscado, mucha tragedia innecesaria. Yo creo que más que libro, era el guión para una película al estilo forest gump. Muy yanqui para mi gusto.

hace 5 años
7

Un buen libro de Auster, original y con el habitual toque fatalista. Se trata de varias historias entrelazadas: la del propio narrador, la del cineasta, la de sus películas y el desenlace cuando todas convergen. Recomendable!

hace 6 años
9

Maravillosa historia de vida de David Zimmer. Una novela muy original.

hace 6 años
10

Amo a Paul Auster. Lo descubrí con este libro trágico, intenso. Atrapante. Libro no muy conocido, que todos deberíamos leer. Historias que se entrecruzan. Seres de espíritu fuerte. Para recomendar !!!

hace 6 años
8

Una novela muy recomendable. Una historia con múltiples historias dentro, muy bien hilada y narrada donde todos los personajes llevan la tragedia sobre sus espaldas, todos han ejercido un ejercicio de catarsis. Dura pero esplendida. Quizás no es la típica lectura de verano, pero una buena historia siempre en bienvenida.

hace 7 años
5

Me llamaba mucho la atención este libro y leyendo tan buenos comentarios me decidí a leerlo. Mi opinión es que "ni fu, ni fa". Me ha dejado totalmente indiferente. Está bien escrito, pero personalmente no me ha enganchado. Me ha dejado indiferente, también con respecto a los personajes que aparecen.

hace 7 años

Original, maravillosa creación de personajes. Creo que Auster se distingue precisamente por lo único de cada una de sus historias, nunca resultan repetitivas. Muy recomendable.

hace 7 años
8

“Las leyes de la física estipulan que toda persona ocupa una determinada cantidad de espacio en el mundo, lo que significa que todo el mundo debe de encontrarse necesariamente en algún sitio…” Extraído del propio libro del escritor estadounidense, este podría ser un buen proemio para comentar esta obra. El azar, el tornadizo azar, envuelve la obra de Auster y escoge a sus personajes por el mero hecho de ocupar una cantidad de espacio en el cosmos de sus propias existencias. Auster no crea cruce de destinos sino que, desde un camino único, imprescindible para el posterior desarrollo, va creando bifurcaciones que pueden llegar desde lo más verosímil a lo más increíble. El libro de las ilusiones nace con una tragedia y acaba de igual forma. Es la espiral de la vida. Un principio y un fin tan juntos que parece sobrar todo cuanto les separa. Un personaje atormentado llora la pérdida de su esposa y sus dos hijos, la misma pérdida que le está llevando a su propio final (el suicidio lento del alcohol, de la soledad exterminadora, de la depresión irrespirable…). Con este panorama nos encontramos en el punto de origen de la novela y en él, el primer hito en el camino: una risa, una risa que hasta cabe definir de bobalicona y trasnochada. Una risa que abre la primera bifurcación en el terrero de Zimmer (el viudo que empieza a creerse que esta vivo porque se ha reído). Y la risa nos llevará a Hector Mann y Hector Mann será la primera oportunidad que tenga Zimmer para volver a sentir la necesidad de hacer algo: quiere saber quién le ha sacado del estado catatónico en que se encontraba, es lo menos para agradecérselo es, a la vez, una simple excusa para salir a la superficie, para respirar de nuevo. Este personaje de bigotillo delicado y presencia excelente, este galán de cine mudo (con el que Auster nos va a regalar unas páginas tan seductoras como acertadas, un auténtico ensayo cinematográfico “perdido” en la novela y digno de toda loa) nos va a regalar una nueva historia: la que definitivamente será el hilo conductor de la novela. El libro de las ilusiones es una historia de personajes marcados por hechos acontecidos en su vida. Personajes que de una forma activa o pasiva se han valido de su propia tortura y de la ajena para seguir adelante en el camino (“… para recuperar mi vida he de estar a un paso de destruirla….”) Todos los personajes de la novela llevan la tragedia sobre sus espaldas, todos han ejercido un ejercicio de catarsis exteriorizado en algo tangible, en una obra que, a la postre y, porque así lo quiere el azar, acabará irremediablemente en cenizas.

hace 7 años
9

El adjetivo que mejor puede catalogar esta novela es originalidad. Tanto en la historia como en la manera de contarla. Es similar a las muñecas rusas que dentro de la trama te encuentras otra trama. En definitiva un libro diferente, con momentos en mi opinión de lo mejorcito que he leído y que te mantiene intrigado hasta el final.

hace 8 años
9

me gustó mucho este libro, me parece tan bueno que incluso me han entrado ganas de ver cine mudo

hace 8 años
10

Sin duda una de las mejores novelas de paul auster nadie como el describe los sentimientos y emociones del ser humano . puntuación : 10

hace 9 años
5

De los libros que menos me han gustado de Paul Auster... Muy por debajo de Mr Vertigo o Leviatan, aunque sea mucho más popular que éstos.

hace 9 años
8

Me encanta Auster. Al margen de las dos historias que logra conectar me parece maravillosa su forma de describir los sentimientos, las sensaciones,.. Consigue introducirte plenamente en el libro.

hace 10 años
8

Maravilloso

hace 11 años
8

Me parece que logra conjuntar de manera muy eficaz dos niveles de lectura: por un lado tenemos las dos historias principales, con Héctor de un lado y el profesor Zimmer por el otro, avanzando ágilmente hasta encontrarse de muchas formas; pero tenemos también un acercamiento íntimo a los sentimientos y las personalidades de todos los personajes, logrando una empatía increíble desde las primeras páginas y mostrando todos sus matices. En lo personal me parece hermosa la manera en que nos va mostrando una personalidad tan rica como la de Héctor Mann, un personaje que sin duda posee una fuerza increíble, que emociona y te mantiene deseoso por conocer sus secretos y sentimientos. Auster logra darnos buenas sorpresas cuando creemos adivinar o suponer qué es lo que va a ocurrir, gracias a la manera en que sus personajes evolucionan. La historia toma una fuerza increíble gracias a los elementos añadidos por el autor: desde las fabulosas descripciones de las películas de Mann, los fragmentos compartidos de la autobiografía de Chateaubriand y la manera ágil en que se presentan los diálogos sin necesidad de guiones y comillas. Sin duda te deja con más ganas de conocer más de sus obras.

hace 11 años
8

Me ha parecido una novela muy lograda. Auster logra conectar con éxito dos historias aparentemente ajenas la una a la otra y separadas en el tiempo. Asimismo, me ha agradado mucho la manera en que muestra el cine como una válvula de escape en momentos difíciles, cómo un único fotograma te puede hacer sonreír después de mucho tiempo. La he encontrado tierna por momentos, pero también desgarradora y cruda en otros. Está escrita con el estilo particular del autor y se lee con ganas y a buen ritmo. La caracterización de las emociones y motivaciones de los personajes permite conectar con ellos de forma casi inmediata. Es una novela muy Auster.

hace 12 años
7

En esta ocasión Paul Auster, en la misma línea que en otras de sus novelas (por ejemplo, Brooklyn Follies) y con un estilo deshilvanado, nos sumerge en una historia que contiene, a su vez, otras historias, pobladas por diversos personajes, cada cuál con su importancia. En éstas asistimos a la exploración de las distintas percepciones, reales e imaginarias, que intervienen en la construcción –o destrucción-, de cada ser humano, por impulso de sus actos, y por obra del azar o destino (también en las historias que entretejen Brooklyn Follies es significativa la intervención del azar que da lugar a la esperanza). En “El libro de las ilusiones” sobresale especialmente la forma en que, a través de los personajes de Hector Mann, director de cine de comedias mudas, y David Zimmer, escritor y traductor, se nos muestra el arte como catalizador de la propia vida. Si hay que ponerle un pero se encontraría en el hecho de que el estilo deshilvanado de Auster, en ocasiones, se queda en el camino.

hace 12 años