Ya he leído varias novelas que tratan relaciones maternofiliales tormentosas (Shriver, Lessing, Tibuleac...), por lo que debe ser una coyuntura más habitual que el relato oficial de la familia feliz. El libro es efectivo y revelador, aunque quizás le sobran algunas páginas. Tampoco tengo claro que sea muy realista, primero en la reacción de los padres hacia la hija y, segundo, en el previsible despliegue de toda una serie de protocolos, en plan servicios sociales, que en la narración brillan por su ausencia.
hace 1 mes