Acabo de terminar de leer por primera vez este libro, y extrañamente me encantó. A pesar de su simpleza y facilidad de lectura logra transmitir un problema existencial, que mal o bien, todos tenemos o hemos tenido en nuestras vidas, en mayor o menor medida. Y no sólo eso: te hace reflexionar. Te hace reír. Te emociona. Te conecta con el personaje, te identificas con él (eso supongo que sucede o no dependiendo de la edad del lector, yo tengo 18 años, así que eso pudo haber influido, y entiendo a los que no lo hicieron, ya que el contenido del libro, a mi parecer, trata exactamente de eso: de cómo cambia la personalidad o la 'mente' de las personas cuando maduran). Es una novela que no toma forma en las acciones del personaje, no vive ahí, sino en su mente. Lo que se transmite no es la vida de un personaje (lo aclara al inico del libro), ni es una historia de amor, en la que se encuentran los sentimientos de dos personas. Es la historia (si puede llamarsele así) de los pensamientos, las reflexiones, las inquietudes, de un adolescente. Contribuye a esta idea que el personaje, Holden, cuente su historia desde un hospital psiquiátrico. Y eso impacta. Si uno se identificó con Holden, ¿debería estar en un lugar así? Tal vez todos los adolescentes encajemos en un perfil que haga merecer estar allí. Pero en un mundo superficial como lo es este mundo. En un mundo donde lo que importa es cómo actúa una persona, y no cómo piensa. A lo largo del libro se hizo hincapié en el desprecio de Holden hacia las personas falsas, en especial los actores. Esos que actúan tan bien, que dan asco. Porque se despojan de todo lo que es suyo, pero recrean tan bien la realidad, que termina siendo más de lo mismo, una representación de la falsedad, de la hipocresía. Algo que me causó mucha gracia es cuando se imagina al actor ensayando su acto (yo también lo había hecho, y eso fue lo que me dio gracia). Es patético. Y de alguna forma representa la preparación de una persona para salir a la sociedad. La universidad, estudiar cosas que no nos interesan, pasar mucho tiempo haciendo las cosas que nos ordenan, todo para lograr encajar, gustar a los demás. Pero la mente de Holden era muy libre. Él no quería ensayar. Quería ser él mismo en algún lugar, donde no tuviera que actuar frente a los demás, donde no tuviera que agradarle a nadie. Escribía sobre lo que él quería, sin importar lo que los demás esperaban de él. Puede parecer algo contradictorio eso de que se hiciera pasar por alguien más, y diera nombres falsos. Sin embargo, eso es porque tenemos muy arraigado eso de identificarnos con nuestro nombre. ¿Realmente somos eso? ¿Está bien que lo que nos define en un primer plano sea un nombre que ni siquiera elegimos? ¿O un colegio, al que tal vez vamos por obligación?
Sobre la metáfora del 'guardián entre el centeno' o el 'cazador oculto' (creo que yo usaría una mezla de las dos interpretaciones: 'el guardián oculto'), me parece que lo que Holden quiere hacer es proteger la inocencia y la pureza de los niños. No dejar que caigan al precipicio, que es la adultez. Los niños son los únicos con los que Holden se siente completamente a gusto. Feliz. Es una persona inmadura, pero lo suficientemente madura para querer proteger a aquellos a quienes ama. Y su manera de proteger a los niños es evitar que crezcan, que maduren. Él es muy protector con su hermana, y la quiere muchísimo. No así con su hermano mayor, del cual ni siquiera conocemos el nombre. Tampoco con sus padres. Con ellos no tiene una relación amistosa, aunque tampoco hostil. Simplemente no los entiende. Porque quiere creer que hay una explicación para todo. ¿a dónde van los patos del lago durante el invierno? ¡A nadie le importa! Y yo creo que los patos que se van es como la curiosidad o la autenticidad en los adultos. ¿a dónde se va? Pues nadie sabe, tan vez no se va, tal vez se esconde, en algún rincón de sus personalidades. El problema es que cuando se va, nadie se preocupa de encontrarla.
hace 7 años
58
-2