La idea del libro está bien y engancha enseguida. Los continuos flashback, aunque pueden desubicar al lector a veces, sirven para comprender la historia e ir encajando las piezas, pero me quedó mal sabor de boca el final. Lo noté muy precipitado, como si el autor estuviera deseando acabar la novela. Incluso algo irreal e ilógico. Por otra parte la historia en sí no tiene mucha credibilidad. Es muy curiosa, quizás da ese toque de misterio, pero creo que las mejores novelas negras o thriller son aquellas en las que el lector pueda leer una historia cotidiana, una historia real, creíble.
hace 7 años