Estoy de acuerdo con la mayoría de los comentarios anteriores: la novela, entiendo que con una elevada carga autobiográfica, está bien, refleja acertadamente el punto de vista del emigrante con una mirada africana, una realidad desconocida en occidente y de la que seguro tenemos prejuicios. Tiene puntos buenos: el contraste entre Nigeria y los Estados Unidos, el estigma de la raza o las relaciones que se establecen entre los personajes. Sin embargo, el libro se hace un poco largo y repetitivo en una denuncia que es tanto cierta como harto conocida. Un poco más de concisión en el tramo central le hubiera dado mayor agilidad y hasta fuerza.
hace 1 semana