¿Qué sabe una madre? ¿Cuánto calla, cuánto dice, cuánto oculta? Mientras ellas están, los hijos seguimos siendo hijos, sin importar lo que pase: somos más hijos que hermanos, parejas o padres.
Cuando Fer, Emma y Silvia llevan a su madre a urgencias, creyendo que solo tiene una infección leve, no imaginan la vuelta de tuerca que les espera. Al salir del hospital, tras un ingreso breve pero determinante, todo parece diferente. De repente, los tres hermanos deben afrontar una nueva realidad, asumir un papel inesperado: el de hijos y cuidadores, mientras se preparan para la posible orfandad de un ser tan único y fuera de lo común como Amalia.
Una vida, de Alejandro Palomas, es el cierre de la saga que comenzó con Una madre allá por 2014.
Era un libro al que le tenía miedo. Porque, aunque adoro cómo escribe el autor, sabía que esta vez removería muchas cosas. Esas que guardamos bajo siete llaves y que intentamos no sacar a la luz, porque por mucho que pase el tiempo, hay heridas que nunca terminan de cicatrizar.
Las madres, por norma general, son todo para nosotros. Y cuesta aceptar que los años y los daños las cambian, y los hijos debemos convertirnos en sus cuidadores. Una tarea complicada, porque es difícil encontrar el equilibrio emocional necesario para facilitarles lo que necesitan y seguir lidiando con nuestra propia vida sin salir dañados.
Sin embargo, hay mucha alegría en el libro. Amalia es inolvidable, un tsunami imparable que vuelve locos a sus hijos y que, como lector, te roba más de una carcajada con sus ocurrencias y su particular manera de entender la vida.
También aparece un nuevo personaje, amigo de Amalia, que no solo ayuda a Silvia, Fer y Emma a mantenerse a flote en la tempestad que sacude sus vidas, sino que también acompaña al lector en la comprensión de algo fundamental: se puede sobrevivir al dolor de las ausencias. Lleva tiempo, lleva esfuerzo, pero se consigue.
Una oda a la vida y la muerte, narrada por una de las mejores voces de la literatura española. Con su maestría y sensibilidad, Palomas logra que, entre risas y lágrimas, llegues al final del libro con una certeza: siempre sale el sol después de la tormenta. (Ana García, 25 febrero 2025)
hace 3 semanas