Cuando el joven Sancho Bordaberri recibe de un familiar unos baúles llenos de libros decide en plena postguerra abrir una pequeña librería en Getxo y así cumplí uno de sus sueños. El otro, ser algún día un reconocido escritor de novelas policiacas. A la hora de escribir Sancho siempre se ha dejado guiar por sus admirados Hammett y Chandler pero hasta el momento todos sus escritos se han convertido en un rotundo fracaso y devueltos una y otra vez por las editoriales sin llegar a publicarse. Un día paseando por la playa de Arrigunaga a Sancho le viene a la mente el único asesinato que se cometió en Getxo poco antes del estallido de la guerra civil y que quedó sin resolver, en aquellos años tan convulsos esa muerte se consideró una más entre miles. A partir de este recuerdo decide hacerse llamar Samuel Esparta, detective privado, y escribir esta historia real donde él será el protagonista y narrador del libro. Ramiro Pinilla en esta primera entrega dedicada a Samuel Esparta pone en manos de su investigador un caso que conmocionó a todo Getxo en los años 30, el intento de asesinato de los gemelos Altube quienes aparecieron una madrugada encadenados a una roca para que al subir la marea ésta acabara con sus vidas. A pesar de que Pinilla nos deja entrever rápidamente quien es el culpable su lectura mantiene el interés en todo momento y te hará dudar hasta el final de si estás en lo cierto o no. Y como en todas las buenas historias policiacas no puede faltar el apoyo incondicional y entusiasta de un ayudante para el protagonista. En este punto el autor pone al lado de Samuel Esparta a la joven Koldobike quienes rápidamente crean una complicidad y mutuo apoyo moral que les guiará hasta el desenlace y final. Un libro que se lee en un suspiro, corto, con una ambientación bastante gris, directo y que te mantiene el ritmo y el misterio hasta la última página.
hace 6 años