¿Falsa vacuidad? ¿Vacua falsedad? Palabras amontonadas sin sentido ni interés. Unas descripciones pretendiendo el Ulises -el de Lloyce, obviamente- que se quedan en la línea de salida. Unos personajes que no pueden ser más artificiosos. Unas situaciones improbables por simplistas y por la falta de certificación: por ejemplo, uno supone que el autor es nadador pero lo que ocurre en la piscina es simplemente inverosímil. Me gustaría conocer el porqué de las profesiones de cada personaje, qué valor le atribuye el autor a esas ocupaciones que él demuestra conocer tan poco: el fotógrafo, el inspector, el contable (experto en macroeconomía?!)... Las relaciones humanas completamente descafeinadas y vacías. Es todo tan malo... Y al final, la gente que empieza a desaparecer. En la contracapa se habla del simbolismo de las desapariciones. Da la impresión de que se producen porque el autor no sabe qué hacer con la novela. Y esto lo publica Anagrama...
hace 6 años