Empecé con expectación el nuevo libro se la saga con su nuevo autor tras el fallecimiento de Larsson. Tengo que comenzar por los contras de la novela: muchísimos personajes, tantos que me los iba apuntando porque como leo de rato en rato me resultaba imposible memorizarlos todos y seguir la trama adecuadamente. La segunda gran pega, bajo mi punto de vista, es que se centra excesivamente en las tripas del tema del robo de patentes y los detalles de la forma de hackear los ordenadores que para los inexpertos en la materia resultan intrascendentes a la par que en algunos tramos incomprensibles. Una vez dicho esto, tengo que decir que es un buen libro, bien hilado, con una trama interesante que a pesar de su complejidad me fue enganchando, probablemente, no lo voy a negar, porque para mí Blomkvist y Salander son viejos conocidos de los que uno siempre se alegra de saber, y también me gustó bastante que todo girara en torno al niño August y su problema, para mí la parte más interesante. La describiría como una novela recomendable, no apta para los que leen de rato en rato siendo interrumpidos, y desde luego no a la altura del primero de ellos, pero si que lo equipararía con el segundo y el tercero.
hace 9 años