Aunque la novela comienza bien poco a poco se va diluyendo para desinflarse al final. Las emocionantes escenas de la elección del nuevo papa y la presentación de los personajes, con el contexto de la guerra fría como telón de fondo, atrapan al lector. Sin embargo el autor se centra demasiado en cuestiones teológicas profundas que aburren al lector. Las tramas secundarias se desinflan poco a poco para quedar en nada y el final es anodino. Con todo no dudo de la capacidad literaria de su autor.

Aunque tiene momentos que llaman a reflexionar y uno se encariña con ciertos personajes, esta novela deja un sabor a poco, como si la trama no se desarrollara completamente. Inicialmente se presenta como un enfrentamiento entre un hombre que ha estado prisionero durante 17 años, frente a su verdugo y, la verdad, es que el supuesto enfrentamiento es mínimo, casi pasa desapercibido y es irrelevante para el desarrollo de la historia.

me parece un libro con buena trama, pero que al final no se desarrolla. Bajo mi punto de vista, se podía, incluso terminar con más intensidad .

El planteamiento es muy interesante: un Papa que pretende dar un nuevo rumbo a la Iglesia para que sea más aperturista, influyente en la geopolítica, no ajena a las ciencias, menos pomposa y más cercana y preocupada por lo social, etc. Lo mejor de la novela es el papel del pontífice ante la ingente tarea que tiene por delante. El problema es que se intentan tocar varios frentes pero todo queda en una eterna reflexión y declaración de intenciones genéricas sin concretar ni desarrollar demasiado. Las historias paralelas también terminan un poco sin pena ni gloria y sin demasiada relación con la trama principal. Al final, es un libro que me ha dejado bastante indiferente.

sin duda una de sus mejores obras