El realismo mágico es un género que me encanta, pero que es difícil de manejar, ya que hay que saber muy bien cómo jugar con los elementos fantásticos sin romper el muro del realismo. Enriquez consigue en este libro ese equilibrio, con historias terroríficas por su verosimilitud, a pesar de los elementos de fantasía. Cada una de las historias perturba, de una forma u otra, dejándote con una sensación difícil de definir. Es un libro cargado de historias curiosas y muy originales, pudiendo distinguirse perfectamente unas de otras a pesar de tener ciertos elementos y misticismos en común. La verdad es que todas me han gustado más o menos por igual, aunque la del Orejudo resulta muy impactante, al igual que la que da nombre a la obra. Son historias duras que reflejan males de la sociedad y en las que es posible leer un trasfondo crítico y doloroso del mundo en el que vivimos. No creo que sea una obra para todo el mundo, es capaz de generar imágenes mentales bastante perturbadoras. La recomiendo a personas que quieran disfrutar de un terror diferente, uno que no depende de monstruos y fantasmas, sino de los misterios de lo cotidiano. Irbis.
hace 10 horas