Novela surcoreana revolucionaria, muy crítica con el capitalismo moderno y el ultrapatriarcado del país, y por ello, bien recibida por el público femenino, pero rechazada y condenada al ostracismo por parte de los hombres surcoreanos en general.
La protagonista es una mujer anodina, que no tiene voz en la novela, casada con un marido que la elige precisamente por ser anodina, porque no destaca en nada , y por eso piensa que será una buena esposa, complaciente, servicial y sumisa.
Pero ella un día decide dejar de comer carne, y lo hace de manera serena y tranquila ante la incomprensión de los que la rodean, en una actitud que recuerda a la Bartleby el escribiente de Melville, o incluso a la resistencia pacífica de Gandhi, demostrando que la fuerza que llevamos dentro puede romper incluso el sistema más pétreo posible.
Es una novela narrada a tres voces. La primera es la del marido en primera persona, alternando su voz con pensamientos y pesadillas de la mujer (las únicas ocasiones en que oímos su voz). La segunda voz es la del cuñado, y la tercera la de la hermana, esta vez en tercera persona. Cada uno de ellos cuenta la misma historia, nos habla de la protagonista, pero desde propio punto de vista y percepción.
Es una novela impactante, perturbadora. Ahora y días después de haberla leído me sigue viniendo a la mente. Es un grito de auxilio de una mujer que se rebela contra una sociedad patriarcal y violenta, donde el capitalismo más agresivo ha sentado sus bases.
Muy recomendable.
hace 5 años
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