Novela muy oriental. La protagonista es Haru, una chica que, después de la muerte de su madre, tiene que ingresar en un dojo (lugar de meditación y práctica del budismo zen y de las artes tradicionales del Japón). Allí crece y aprende. Cuando es mayor y sale del dojo, la vida le espera fuera y sigue aprendiendo. La prosa de la novela son frases cortas, sencillas, sin nada superfluo. Es una lectura calmada, pausada, para ir reflexionando, todo sucede de forma lenta. La novela está llena de mensajes, algunos de ellos un poco crípticos, que serán más fáciles de descifrar para los que estén familiarizados con la filosofía y oriental y con prácticas como la meditación. Pero el gran mensaje es que la vida es un continuo aprendizaje. "Cada día es una vida entera" y "La vida es un círculo", son conceptos que me llegan. Si eres una persona espiritual o estás interesado en estos temas, te recomiendo la lectura, de otro modo puedes encontrarla bastante lenta y aburrida.
hace 6 años