Llegué a este libro a través de una entrevista radiofónica a la autora que escuché un sábado mientras conducía, durante la cual me sentí gratamente sorprendido al comprobar que una persona que declaraba abiertamente unas ideas políticas absolutamente antagónicas a las mías, pudiera expresar después unas opiniones tan similares a las que yo tengo, sobre todo acerca de aquellos temas que hoy en día pueden llegar a ser tabú cuando el pensamiento de uno no coincide con el de una mayoría intransigente. Ese mismo día me compré el libro. Ahora, una vez finalizada su lectura, os puedo adelantar que nos encontramos ante un ensayo breve, de rápida lectura, escrito en un tono muy íntimo, casi a modo de diario personal de la autora, que versa sobre multitud de facetas diferentes de su vida, desde cómo se desarrolló su infancia hasta la muerte de sus seres queridos. Para enfocar mi reseña de este libro he decidido separar completamente el fondo de la forma, pues mis conclusiones sobre ambos aspectos son radicalmente opuestas. Si nos quedamos en la forma, en el mero aspecto literario de la obra, debo admitir que no es un estilo de escritura que a mí me guste. Es una manera de escribir que intenta imitar el estilo coloquial que se emplea en el lenguaje oral, lo que desemboca en una prosa que bajo mi punto de vista carece absolutamente de valor literario, que según vas leyendo te das cuenta que no te aporta prácticamente nada. Pensando sobre ello he llegado la conclusión que la culpa de todo esto quizá no la tenga la autora de libro, sino Irene Vallejo, pues mi lectura anterior fue “El infinito en un junco”, y ya se sabe lo odiosas que pueden resultar las comparaciones. Diferente es mi visión de “Feria” si lo que valoro es el fondo, el contenido, lo que dice y no cómo lo dice. En este punto, e hilando con el principio de la reseña, debo reconocer que aun situándome en las antípodas de sus ideas políticas, estoy muy de acuerdo con gran parte de lo que comparte en su ensayo, o al menos con lo que yo creo entender del mismo. Me parece una escritora muy valiente, pues hoy en día el que opina fuera del pensamiento único, suele salir escaldado, pero a ella parece no importarle y opina sin miedo sobre el feminismo, sobre el progreso, sobre los clichés de la sociedad y sobre muchos otros temas; y a mí me parece maravilloso que alguien se atreva a hacerlo, porque cansa ya bastante el no poder opinar sobre todos estos temas, si lo que uno piensa no coincide con el pensamiento socialmente impuesto. En conclusión, no me parece ninguna obra de arte de la literatura universal, pero sí creo sinceramente que es merecido que Ana Iris Simón se encuentre ahora mismo entre los autores con mayor número de ejemplares vendidos, si no lo es por un perfecto manejo de la palabra, sí lo es por mostrar una valentía que hoy en día a mí me parece digna de encomio.
hace 4 años