En su última novela, la incisiva y aguda mirada de Lionel Shriver, una de mis escritoras favoritas, ha encontrado un nuevo objetivo para su crítica mordaz: el culto al cuerpo y la adicción al ejercicio físico. Valiéndose de una protagonista amargada, sarcástica y poco empática, y unos personajes magistralmente perfilados, la ironía y la certera crítica a los sinsentidos de nuestra sociedad se cuelan en cada página con ese humor ácido e inteligente, característico de la autora, que aprovecha cada ocasión para ahondar en las cuestiones políticas y sociales más candentes y no deja títere con cabeza.
hace 1 año