En las últimas doce horas, he estado flotando en un estado de asombro después de haber concluido la novela. No puedo evitar confesar que me he convertido en algo así como un "Fanderson", si es que eso es una cosa. Pero sinceramente, es que no puedo contener mi entusiasmo por la maravilla que es "El Imperio Final".
Lo que Brandon Sanderson ha logrado con esta obra es simplemente espectacular. Se siente como si estuviera inmerso en un universo completamente vivo, poblado por personajes que son más reales que la realidad misma. Y ese toque mágico, ese componente mágico que infunde la trama, tiene un código tan rígido como fascinante, una especie de lógica que se asimila con facilidad pero que te deja maravillado.
La narración es una fuerza que te arrastra, te envuelve y te obliga a querer más. Incluso cuando no estás leyendo, tu mente está tratando de autocompletar lo que podría suceder en los capítulos que vienen, pero, ¡vaya sorpresa!, todo lo que imaginaste no tiene nada que ver con el resultado final. Es como un juego mental constante de sorpresas.
Estoy emocionado, más allá de las palabras, por haber experimentado "El Imperio Final". Y aunque el deseo de sumergirme de inmediato en la siguiente entrega es fuerte, siento que es necesario darle tiempo a esta joya literaria. Hay algo en la trama, en los personajes, que merece ser saboreado, digerido y apreciado antes de sumergirse en la siguiente entrega de la saga.
Brandon Sanderson ha creado algo excepcional, algo que va más allá de las expectativas. Estoy ansioso por el día en que retome esta saga, cuando llegue el momento adecuado para dejarme llevar nuevamente por su narrativa única y su habilidad para sorprender incluso a los lectores más astutos. ¡Qué experiencia tan increíble!
hace 1 año
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