La novela tuvo en su momento un enorme impacto y aún hoy sigue siendo uno de los referentes literarios de mediados del siglo XX, y que van mucho más allá de la simple anécdota del asesino de John Lennon. En la obra se perfila una acusada crítica social (a pesar de que Holden es lo que podríamos llamar un privilegiado, vive una vida solitaria y vacía... además de la crítica a los distintos tipos sociales con los que se relaciona el protagonista en el libro);su lenguaje (que, aunque ahora ya resulta un tanto ingenuo, en su momento resultó vulgar), en el que destaca cierta tendencia a la repetición en su afán por imitar las carencias expresivas de los adolescentes y también porque el estado emocional de Holden le hace volver una y otra vez a sus sentimientos, que no es capaz de definir. Pero sobre todo destaca Holden, un adolescente que ni quiere ni puede entrar en el mundo hipócrita y superficial de los adultos; un personaje solitario, angustiado, contradictorio y ambiguo con el que a veces resulta difícil identificarse.