Me llamó la atención el título del libro y la portada tan colorida, pero me ha decepcionado, me ha parecido bastante flojo. Una tormenta de hielo, de las más terribles que se recuerdan en Canadá, en enero de 1998, es el eje vertebrador alrededor del que giran las cuatro historias paralelas que se narran. Por un lado, hay capítulos narrados en primera persona por un niño de 11 años que siente que el mundo se le cae encima cuando sus padres le comunican que han decidido separarse. Se intercalan capítulos en tercera persona en que conocemos a unos cuantos de sus vecinos: a su mejor amigo, que vive con su amargado padre, una bailarina de striptease, un ruso obsesionado con sus peces y sus teorías matemáticas, y dos hombres que viven juntos. La situación extrema que el hielo produce en la ciudad hará que estos personajes vivan situaciones fuera de lo normal y se creen lazos de colaboración y solidaridad entre ellos. Creo que el libro pretende ser distinto, intenta poner una nota de optimismo y esperanza en el ser humano. Pero en mi caso, me ha parecido una historia que roza lo irreal constantemente, casi de cuento de hadas, con un final tan bonito… que se me ha hecho muy falsa y empalagosa. Eso sí, con capítulos cortos y una prosa muy ágil, es fácil y rápido de leer. Sólo para quien necesite de lecturas muy ligeras y optimistas.
hace 8 meses