En 1962, Nelson, un adolescente con una situación familiar difícil y con algunos problemas de acoso escolar debido al retraimiento que sufre por esa situación, pasa los veranos en un campamento de boy scouts al que acude su padre, junto a los de los demás muchachos, como monitor. Ante el carácter difícil de su padre, que termina yéndose de casa, el joven encuentra amparo bajo el anciano director del campamento y otro muchacho, Jonathan Quick. Tras un salto en el tiempo, la segunda parte transcurre en 1996, con Nelson como director del campamento arrastrando las secuelas psíquicas como veterano de Vietnam y con Jonathan como padre siendo uno de los monitores del campamento al que acude su hijo. En una tercera parte, ambientada en 2019, Nelson, ya anciano, vive su último verano en el campamento al que, esta vez, acude el nieto de Jonathan. El final de la novela, pese a su tristeza y a la manera con la que puede afectar al estado de ánimo del lector, ofrece, por eso mismo, una prueba de su innegable calidad literaria. Con una temática en la que se vislumbra al Nickolas Butler de “Algo en lo que creer” (reseñada en este blog y accesible a través de la etiqueta con el nombre del autor”), si bien “El corazón de los hombres” no tiene la amenidad de la anterior, recoge la esencia del mejor Butler. Valores como la amistad de verdad, la ayuda desinteresada entre las personas, la solidaridad que aparece en medio del egoísmo, la manera con la que se siempre se encuentra gente buena en medio de la maldad…Todo eso parece ser la seña de identidad del joven autor norteamericano del que aún quedan dos títulos en Libros del Asteroide pendientes de leer y reseñar en este blog y que promete una carrera literaria muy interesante. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 1 mes