La tercera entrega de El laberinto mágico, serie con la que Max Aub compuso su imprescindible visión de la guerra civil española, comienza en la Nochevieja de 1937 y finaliza el día de San José de 1938. Barcelona y Teruel -la batalla de Teruel- sirven de telón de fondo. Ciudades en guerra, pobladas por personajes en guerra para los que la vida ha tomado un cariz nuevo, apresurado y carente de asideros hacia algún futuro lejano. El autor consigue dar cumplida expresión a la angustiosa precariedad de la guerra, ofreciéndonosla desde un punto de vista literario original y profundo que hasta entonces no había hecho aparición en la novelística española.