Lewis Carroll, el autor de la inmortal Alicia en el País de las Maravillas, fue también fotógrafo aficionado y matemático. En esta última faceta, la combinación de sus conocimientos de matemáticas y lógica con el ingenio literario, dio algunos frutos memorables. Este libro reúne dos de sus geniales aportaciones a la divulgación del sugestivo y enigmático mundo de los números.