La obra, al margen de la curiosidad que implica leer una pequeña narración elaborada de tan curiosa manera, al modo de los antiguos "cadáveres exquisitos" que ponían en marcha los surrealistas franceses, recoge un buen número de relatos cortos que se leen de una sentada, pues todos ellos resultan sorprendentes. Una vez se empieza con cualquiera de ellos, es imposible parar, dándose una curiosa mezcla entre literatura que podríamos denominar "fantástica" y profundas reflexiones que darán mucho que pensar a más de una y de un lector.
hace 1 mes