La novela es un divertimento que juega con los clichés del género, creando situaciones absurdas y cómicas, pero también intrigantes y sorprendentes. El autor utiliza un recurso original: el narrador se dirige al lector directamente, rompiendo la cuarta pared y haciéndolo partícipe de sus reflexiones y dudas. El estilo es ágil y dinámico, con diálogos ingeniosos y una trama bien construida, que mantiene el interés hasta el final. Los personajes son caricaturescos, pero también tienen su lado humano y sus motivaciones. El resultado es una novela entretenida, que combina el misterio, el humor y la crítica social, y que hará las delicias de los amantes de la novela negra.

El estilo personal es novedoso pero no me convenció, además es muy repetitivo con recapitulaciones con todo lo ya sabido y , aunque la historia es interesante, a partir de la mitad sobra mucho (hay muchísimas páginas seguidas de puro relleno) por lo que me cansó y aburrió ,encima los giros inverosímiles y disparatados y tanto nombre en vez de recaptar el interés le vuelven lioso …No sé cómo le terminé!

Aunque el comienzo de la novela parecía prometer algo divertido y novedoso en el género, va perdiendo fuelle a medida que pasan los capítulos. Finalmente resulta flojo y poco recomendable.