Esta novela catalogada dentro del género del chick-lit, en mi opinión no pasa de ser una ligerísima comedia romántica que se lee en unas cuántas tardes de verano y luego se olvida sin más importancia.
Es demasiado predecible, con un lenguaje muy poco cuidado y un estilo literario que prácticamente brilla por su ausencia. Unos personajes típicos y tópicos, demasiado simples y poco creíbles. Lo de siempre: una heroína pija y urbanita (en este caso insoportable con una mala leche que se gasta que hace que la odies a veces), un buenorro macizón como macho dominante y el amigo gay paño de lágrimas de la heroína.
Lo único que destaco como positivo es el buen humor que transpira la novela, ha habido situaciones que verdaderamente me han hecho reír, y eso sí que hay que tomarlo en cuenta como algo bueno.
He pasado un buen rato, eso sí hay que decirlo, pero en cuanto a su nivel literario no le doy ni un aprobado.